Al contrario de
lo que la mayoría de la gente piensan, las grandes empresas no generan la mayor
parte del empleo en Colombia, sino las micro, pequeñas y medianas empresas. Según
datos de Acopy, no existe un consolidado del número de mipymes, la cifra se
acerca 1300.000; la mayoría de ellas microempresas con menos de 10
trabajadores. Mientras las grandes empresas constituyen el 0,1% de los
establecimientos en el país, las mipymes representan el 99%. Este dato, bastaría
para comprender el potencial de crecimiento que tiene este segmento y su papel crucial
en la economía.
Por su
importancia productiva y laboral las pequeñas y medianas empresas demandan
mayor atención en el nuevo contexto de la economía mundial, donde surgen una
serie de paradigmas que limitan y desestimulan la acción del emprendedor, al
ver mayores riesgos que no permiten enfocarse en sus fortalezas para ser más
competitivos.
El Primer Paradigma. Es muy difícil encontrar una idea genial.
Concéntrese en el saber hacer y busque generar valor, El mercado está lleno de oportunidades y
necesidades, se necesita observar, analizar e investigar cómo solucionar
los problemas comunes que no han sido atendidos. Una alternativa es tener en cuenta los nichos que las grandes industrias no pueden abarcar.
Segundo Paradigma. Es suficiente con la idea.
Se requiere trabajo duro y el acompañamiento de un emprendedor motivado
capaz de generar acciones para colocar el negocio en marcha. Es indispensable tener la
formación requerida para el funcionamiento del negocio, estar dispuesto a conformar redes y alianzas
fácilmente y aprender durante el proceso de formación. Es importante identificar las limitaciones propias y las impuestas por los otros. Crear paradigmas positivos que retroalimenten el proceso de
formación de la idea.
Tercer Paradigma: El pez grande se come al chico.
Muchas veces las pequeñas empresas se intimidan al compararse con las grandes industrias, sin embargo, no se trata del tamaño sino de
la agilidad para responder en el mercado. Implementado buenas estrategias, para darle la vuelta a la frase, así los pequeños negocios logran robar el
segmento de las grandes industrias. Algunas ventajas de las pequeñas empresas se basan en: generar relaciones cara a cara sencillas con excelente atención al cliente, flexibles, facilidad para planear con rapidez y optimizar el tiempo.
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Cuarto Paradigma: No todo el mundo nació para ser
empresario.
Los emprendedores tiene
diferentes motivaciones para colocar en marcha una idea de negocio: han encontrado una idea muy lucrativa o prefieren trabajar de forma independiente y
administrar su tiempo. Las personas cuentan con actitudes y habilidades
propias de un emprendedor que pueden ser utilizadas para conformar una empresa.
Algunas de estas características están relacionadas con la motivación por
adquirir conocimientos que ayuden a mejorar la labor realizada, la perseverancia, la autonomía, la propensión al riesgo, la proactividad definen el rasgo de su personalidad. Sin embargo,
este es un proceso que se aprende en el camino con nuevas formas para generar soluciones al entorno.
Quinto Paradigma: El emprendedor trabaja menos.
Un emprendedor
administra su tiempo, sin embargo, no por eso trabajan menos. La responsabilidad
de poner en marcha un proyecto, lo convierte en un trabajador de 24 horas y 365
días al año, para lograr el éxito personal implica, compromiso, disciplina y
pasión. Muchas veces se debe renunciar al tiempo libre incluso involucrar
las actividades laborales en eventos sociales,
pues al inicio es una etapa agotadora y su principal objetivo es gestionar su
negocio para cumplir con las metas impuestas.
Sexto Paradigma: No saber vender, mejor no emprender.
Es fundamental
para un emprendedor ser un buen vendedor, la gestión de las ventas es
indispensable para el éxito de la empresa. Sin embargo, no es sinónimo de emprender vender: no todo buen vendedor desea ser un emprendedor y no todo emprendedor es
un buen vendedor. Si, es el caso, siempre existe la posibilidad de aplicar
técnicas de ventas, esta es una habilidad que puede ser aprendida, los
excelentes vendedores se hacen con el tiempo y no se nacen, saber vender
ayudara alcanzar el éxito de la empresa.
Otro aspecto que deben considerar los emprendedores es desarrollar proyectos de emprendimiento,
basados en conocimientos serios sobre las necesidades del mercado, más que en
la intuición. Muchas veces se presenta esta falencia y el talento
humano al que acuden los emprendedores no responde a las necesidades.
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